TRANSICIÓN PLANETARIA, ÚLTIMOS 30 AÑOS

Todos los mundos están habitados, ya sea vida física o espiritual, como lo describe el insigne pedagogo francés Allan Kardec que sitúa en el Libro de los Espíritus (Cap. III del Libro Primero), una de las definiciones del Universo más notables, cuando se afirma: «El Universo comprende la infinidad de mundos que vemos y que no vemos, todos los seres animados e inanimados y todos los astros que se mueven en el espacio, como también los fluidos que lo llenan». Esta definición es filosóficamente fuerte y permanece vigente a pesar de todos los descubrimientos de la astronomía y la astrofísica.

Hoy en día las investigaciones sobre la estructura actual del universo nos muestran que éste se encuentra constituido por galaxias, grupos y cúmulos de galaxias. Nuestro planeta Tierra se encuentra en el Sistema Solar, ubicado en uno de los brazos de la Galaxia denominada Vía Láctea, que tiene forma de espiral y que pertenece al llamado Grupo Local, que consta de nuestra galaxia, las nubes de Magallanes, la galaxia de Andrómeda y varias «galaxias enanas».
Creemos que Kardec fue un pionero en colocar la primera clasificación moral de los mundos, cuando publica en abril de 1864 El Evangelio según el Espiritismo, y en su capítulo III plasma muy acertadamente las siguientes etapas de los mundos por los cuales pasan cuando están habitados. 

• Mundos primitivos: donde se hacen las primeras encarnaciones del alma.

• Mundos de expiación y pruebas: donde todavía domina el mal.

• Mundos regeneradores: donde las almas aún expían, pero adquieren fuerzas para continuar en la lucha.

• Mundos felices: donde el bien predomina sobre el mal.

• Mundos celestes: donde reina el bien

El planeta Tierra pertenece a la categoría de mundos de pruebas y expiaciones, si bien no es un mundo destinado a las primeras encarnaciones humanas, es un mundo bastante inferior en donde aún reina el mal, pero bastante avanzado en cuanto a tecnología y que actualmente se encuentra pasando por un proceso llamado “transición planetaria”. Los planetas son grandes escuelas, y bajo el comando de espíritus puros, cada cierto período ascienden de un nivel a otro. En la Tierra cada 28.000 años entramos en ese momento de transición. Los más de 20 billones de almas conscientes en el planeta, estamos dejando un mundo de expiación y pruebas para entrar en un mundo de regeneración. Este período comenzó en el año 1870 y culminará en al año 2050, son 180 años de transición planetaria.

La Tierra vive su última fase de transición planetaria, antes de tornarse en un mundo de regeneración. Es en estos últimos 30 años finales, que Jesús junto con los guías espirituales del planeta, ofrecen con mayor énfasis la última oportunidad de reencarnar a millones de espíritus comprometidos para que se regeneren, y a su vez se encuentran manipulando con mayor énfasis los cuerpos periespirituales (Periespíritu), para los futuros reencarnantes, que son las nuevas generaciones, en donde serán espíritus con mayor evolución, con más amor hacia el prójimo, con más amor por los animales, por la naturaleza, más compasión por el próximo, sabios, artistas, genios, maestros, llegará la palabra misericordia en la tierra. Estos espíritus que ya se encuentran reencarnando entre nosotros desde el año 1870, pero en estos últimos 30 años reencarnarán masivamente, se narran en los libros del Medium Divaldo Franco, Transición Planetaria y Amanecer de una Nueva Era, en donde se describe la llegada de esos espíritus más evolucionados que vienen del planeta Alcione, dando inicio así a una nueva raza en la era de la Humanidad.

Es entonces en el año 2050 que el planeta Tierra terminará un ciclo de 28.000 años, para entrar en otro ciclo de 28.000 años como planeta de regeneración, en donde tendremos nuevas oportunidades como espíritus más puros para avanzar en la evolución hacia Dios. 

Los espíritus que generaron guerras, sufrimientos, maldad, violencia, destrucción, que no lograron seguir acorde a la evolución del planeta Tierra, serán retirados del planeta para reencarnar en otros mundos inferiores, en donde a través del sufrimiento tendrán que expiar sus faltas del pasado, así como aconteció hace 28.000 años atrás con los exiliados del planeta Capella perteneciente al Sistema Solar Binario de Capella, ubicado a 42 años luz del sol, en la cual el planeta Tierra estaba entrando a través de otra transición planetaria de Mundo Primitivo a Mundo de Expiación y Pruebas, y que Jesús junto con los Guías del planeta, coordinaron el exilio de esos espíritus del planeta Capella hacia el planeta Tierra, así como está sucediendo actualmente en la Tierra, que está recibiendo espíritus de la estrella Alcione, de la constelación de las Pléyades, que se encuentra a 440 años luz del planeta Tierra 

Un ejemplo de esto, se narra en la Biblia en el libro Génesis con el relato de Adán y Eva de un mundo mejor, el paraíso perdido. Ellos arrepentidos por desobedecer a las leyes divinas, cuando se alimentaron erróneamente del conocimiento (manzana), fueron expulsados a la Tierra.

En este período de mundo de regeneración, la tecnología tendrá un avance inimaginable, los aparatos tecnológicos estarán tan avanzados y sensibles que comenzarán a captar imágenes, audios y videos del mundo espiritual, esto traerá una revolución al planeta, porque las ideas materialistas quedarán enterradas. 

Habrá cambios en el arte, filosofía, etc, así como ocurrió en el pasado, estaremos en un momento tan especial que tendremos la reencarnación de espíritus al nivel de Buda, Confucio, Clara de Asís, Sócrates, Francisco de Asís, todos reencarnando para el cambio del planeta.

Desde el surgimiento de la raza humana, hace 7 millones de años atrás, con el primer humano el Sahelanthropus tchadensis, nunca antes en la Tierra se había visto tantos espíritus encarnados simultáneamente. Este aumento de la población se da con énfasis en los 180 años de transición del planeta, de aproximadamente 1,5 billones de espíritus en el año 1870 a 9 billones estimados para el 2050, en donde 1/3 de su población espiritual aproximadamente estará encarnada.

Por la ley del progreso, la Tierra entrará en una nueva era más luminosa. Esta nueva fase ha sido anunciada por los espíritus superiores durante siglos a diversos médiums y profetas. Allan Kardec define “regeneración” como un mundo que marcará una de las principales fases de la vida terrenal, porque esos mundos sirven de transición entre los mundos de expiación y pruebas a los mundos felices. Las almas se encontrarán en calma y en reposo y acabarán por depurarse. En regeneración estarán en el mismo nivel, y será la primera vez en la Tierra donde las fuerzas de las trevas, no superaran a las fuerzas de la luz. Los nuevos niños de la regeneración, además de venir con sentimientos tocados por el bien, tendrán cuerpos y periespíritus más perfectos, despertándose las facultades psíquicas y mediúmnicas, percibiendo mejor las dimensiones espirituales. La nueva Humanidad, con la reencarnación de espíritus de otros planetas, formara la sexta raza de la Tierra y mudará para siempre el destino luminoso de la Tierra. La mediumnidad adormecida comenzará a despertar. La videncia, telepatía, percepción del más allá, y la intuición serán más comunes en el futuro.


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