TEMOR A LA MUERTE

Pregunta 149 Libro de los Espíritus. 

¿En qué se transforma el alma en el instante de la muerte? 

– Vuelve a ser Espíritu, vale decir, reingresa al Mundo de los Espíritus, que temporariamente había dejado. 

Lo único que tenemos de certeza cuando nacemos, es que algún día vamos a desencarnar (morir), y esta reflexión no trata de estar pensando siempre en la muerte, o en querer morir, se trata de crear conciencia de que la muerte física existe y que es parte de nuestras vidas, y muchas veces queremos enterrarla antes de que suceda.

Como dato con respecto a la muerte, en estos últimos meses la mortalidad en el mundo superó el millón de personas por el covid-19, la gran mayoría, ha muerto solo en un hospital.

Antes de estudiar la doctrina espirita, siempre pensaba en la muerte, le tenía mucho miedo porque suponía que no me iba a ir al cielo, por lo tanto me quedaba el purgatorio y el infierno, más miedo aun,  tal vez no me iba al cielo no por ser mala, pero tampoco por ser un Ángel, también reflexionaba en que la vida no podía ser eso solamente, nacer, estudiar, trabajar, tener una familia y morir, y ahí quedaba todo, no,  eso no podía ser todo.

Ahora entiendo, con la enseñanza de esta hermosa doctrina,  que eso no es todo, que la muerte no existe, que lo único que muere es nuestro cuerpo físico,  que somos espíritus, espíritus inmortales, que somos eternos, tanto el cielo, el infierno y el purgatorio no existen; querido lector, se imagina tocando el arpa eternamente en el “cielo” sin evolucionar, o por nuestros errores cometidos ganarnos el pasaje al “infierno” y sufrir eternamente las llamas del fuego y peor aún, un “purgatorio” en espera de un “juicio”, la pregunta es:

¿Esto es el amor y misericordia de Dios?

En esta evolución del alma, hemos nacido y hemos muerto tantas veces necesarias para el aprendizaje que nos llevara a la meta, no digo que por ser espiritas no vamos a sufrir las turbulencias de la desencarnación, sobre todo si es abrupta, si aún no hacemos nuestra reforma intima, si tenemos rabia, resentimiento en nuestro corazón, esto va a depender de nuestra evolución, de nuestra reforma intima, de nuestros esclarecimientos y sobretodo, de una conciencia tranquila que por lo menos lo intentamos, aunque muchas veces no es suficiente.

En las familias generalmente no se habla de la muerte, se oculta, por el miedo que se tiene, por la pena que causa, por el desconocimiento a lo que es realmente la muerte, es por eso que hay que trabajar el desapego y esclarecer que somos espíritus, que con la muerte física, retornamos a nuestra verdadera patria, la patria espiritual.

En lo personal a lo que le temo, es a la forma de morir, una enfermedad larga, dolorosa, económicamente costosa, pero si es así, tener la fortaleza de enfrentarla con coraje y resignación, entendiendo que es parte de mi expiación.

¿Cómo me gustaría morir?

Independientemente de la enfermedad,  me gustaría morir muy acompañada,  de mis hijos, ojala de mi esposo,  tomada de la mano de alguno de ellos, en mi cama, en mi casa, mirando mi jardín, con mi perrito, me sentiría muy afortunada acompañada de hermanos espiritas, sabemos que el desprendimiento del alma va a demorar según nuestra evolución, también sabemos que todo es merecimiento, y también espero ganarme este merecimiento,  y si no es así, hay un porque, nada es al azar, este ropaje que usamos hoy, este cuerpo material que me ha acompañado en esta existencia, que hay que cuidar y amarlo, porque es el templo del alma, porque es el instrumento por el cual podemos evolucionar, este cuerpo me gustaría que lo cremaran y mis cenizas esparcirlas en lo más alto de algún cerro, la pena para los que quedan es inevitable, pero también la esperanza que nos vamos a reencontrar, también la certeza que mi espíritu sigue vivo, ojala en esta encarnación haya cumplido mi misión  y si no es así, tendré muchas oportunidades más para hacerlo,  por lo menos tengo la certeza que di un gran paso en mi evolución, la certeza que en el mundo espiritual, mi espíritu será libre, y así como cuando nací había un equipo médico esperándome, también hay un equipo espiritual, mis alianzas espirituales esperándome en el otro lado, quisiera en esos momentos, en mi último aliento, mirar hacia atrás y sentir mi conciencia tranquila, estoy consciente que soy humana y que he cometido muchos errores,  pero también he tenido muchos aciertos, y sé que tengo muchos defectos, pero también sé que tengo muchas virtudes.

LA MUERTE NO PROPORCIONA A NADIE UN PASAPORTE GRATUITO PARA LA VENTURA CELESTIAL. NO CAMBIA AUTOMATICAMENTE A LOS HOMBRES EN ANGELES. (Libro en el mundo mayor, André Luiz/Chico Xavier)


CENTRO DE ESTUDIOS ESPÍRITAS “LA FUENTE DE AMELIA”