QUE ES LA FELICIDAD

Pregunta del Libro de los Espíritus

614. ¿Qué se debe entender por la ley natural?

La ley natural es la ley de Dios. Es la única verdadera para la felicidad del hombre. Le indica lo que debe hacer o no hacer, y sólo es desdichado porque de ella se aparta.

Para mí querido lector que sigue nuestra página (Fedechi), y que semanalmente reflexiona con nosotros en el semanario, recordará que hace algunas semanas atrás esta misma pregunta daba inicio a la reflexión sobre la reforma íntima, efectivamente, el libro de los espíritus, y el espiritismo nos esclarece en todas las áreas de la vida y de la “muerte”.

Lo primero que quiero aclarar en esta reflexión, es que yo no soy espírita, soy una estudiante espírita, generalmente lo aclaro, pero por este medio me parece que no lo había hecho. Para mí ser espírita es un trabajo, estudio y aprendizaje de muchos y muchos años, pero por sobre todo, es el trabajo que hacemos con nuestra reforma íntima.

Aclarado esto, sigamos reflexionando sobre este tema tan importante en nuestras vidas.

Para algunos la felicidad podría ser un vaso de agua, algo tan simple y tan obvio para nosotros abrir una llave y dejar correr el agua, bañarnos horas, o llenar una piscina, para otros, que deben recorrer kilómetros en busca de agua, y en muchas ocasiones, agua no potable, es más, aquí en nuestro país ya hay localidades que no tienen agua potable y deben restringir al máximo el uso de este producto de primera necesidad.

Para otros le felicidad es comprarse unas zapatillas último modelo, hay países que, los niños andan a pies pelados.

Para los que tenemos la bendición de tener salud, o nuestro cuerpo o extremidades sanas, y poder movernos para donde queramos, no valoramos esta bendición. Para otros, que muchas veces no tienen la posibilidad de una silla de ruedas o de vivir en lugares inaccesibles, o no tener los medios para una silla de ruedas, la felicidad es justamente poder movilizarse.

Para otros la felicidad es comprarse un auto último modelo e ir de vacaciones al caribe, no digo que esto sea malo, estamos reflexionando con respecto a la felicidad.

Para algunos la felicidad depende del otro o de otros, “soy feliz si tu estas a mi lado”.

También la felicidad varía de acuerdo a la cultura de cada país, tradiciones, filosofías, religiones etc. Y también esta felicidad depende de la evolución espiritual de cada uno.

Podríamos llenar hojas con ejemplos de felicidad, lo que es para algunos y lo que es para otros.

Tanto en la Psicología, como en el Psicoanálisis, Freud, Jung, y muchos más, como Confucio, Aristóteles, entre otros, estudiaron y aun se estudia el comportamiento del hombre y la búsqueda de la felicidad.

Según Sigmund Freud, la felicidad es una utopía, pues en este mundo donde las personas están expuestas constantemente al fracaso, a la frustración y a otras tantas experiencias desagradables, a lo más que se podría aspirar es a una relativa y parcial felicidad.

Carl Gustav Jung fue un psicólogo y psiquiatra, si bien siempre afirmó que los humanos son capaces de los peores males, también creía que teníamos el potencial de hacer el bien y alcanzar la felicidad por medio de nuestras cualidades individuales.

Hoy en día las especialidades que más consultas tienen, son la psiquiatría y la psicología. Existen muchas terapias en busca de la “felicidad”, un mundo en que lo material predomina sobre lo espiritual, la humanidad pierde la felicidad en busca de los intereses materiales, y ahí hace sentido la respuesta del espíritu de la verdad con respecto a que al apartarnos de las leyes de Dios, nos apartamos de la felicidad, los vicios, la envidia, el orgullo, la soberbia, la competitividad, etc.

¿Qué es la felicidad para mí?

Yo creo que la felicidad se compone de momentos, cuando nacen tus hijos, o tus nietos, cuando recibes tu título después de semestres de esfuerzo, cuando recibes las llaves de tu casa propia, o las llaves de tu primer auto, que ahorraste durante algún tiempo, o cuando tus hijos dan sus primeros pasos, o cuando se casan, en fin, esos momentos te hacen felices, y los demás momentos de la vida, es vivir en armonía con todo y todos, con una conciencia tranquila, ¿y como podemos vivir en armonía?, haciendo el bien de corazón, cuando hacemos obras de caridad, ir a un hospital, visitar enfermos, dar una palabra de aliento al necesitado, y efectivamente, en mi caso cuando hago el bien, es cuando más feliz me siento, más en armonía conmigo misma, más en paz con mi conciencia.


CENTRO DE ESTUDIOS ESPÍRITAS “LA FUENTE DE AMELIA”