INSATISFACCIÓN Y UTOPÍA

La vida moderna, tan rápida y tan exigente con todos y cada uno de nosotros, nos impone un ritmo de trabajo y de contacto social tan caótico, que muchas veces tal frenesí sin control nos conduce a un callejón sin salida. Llenos de cansancio, temor, miedo e inseguridad nos embarga una sensación de insatisfacción, ya no sabemos ni quienes somos, ni por qué y para qué trabajamos y vivimos y muchas veces no logramos observar un porvenir alentador.

PERO ¿QUÉ ES LA INSATISFACCIÓN ?

La insatisfacción es un sentimiento interior que experimenta una persona cuando siente que una realidad determinada no cumple sus expectativas. La insatisfacción muestra un nivel de desencanto personal, producto de la frustración de no haber cumplido un deseo determinado.

De tal manera podemos decir que para saber conscientemente que nos pasa con este sentimiento de desencanto y frustración, debemos de observar nuestros comportamientos y los sentimientos que lo motivan 

Joanna de Angelis, a través de la mediumnidad de Divaldo Pereira Franco, nos dice al respecto de la insatisfacción:

“La insatisfacción es responsable de la presencia de muchos males y sufrimientos en el organismo social, y genera desequilibrios que podrían ser perfectamente evitados.

Al valerse de mecanismos de evasión, la criatura humana evita asumir su propia  realidad y elabora modelos ficticios de felicidad hacia los cuales transfiere sus aspiraciones, produciendo estados de inconformismo y de disgusto a los que se aferra, con los que pierde excelentes ocasiones para conocerse y lograr la plenitud.

Tales patrones se convierten en sus metas, siempre de improbable concreción, e incluso cuando consigue alcanzar los niveles próximos, debido a que sus objetivos son fantasiosos, se mantiene en el mismo estado de morbidez, de desajuste.

Pequeñas características le resultan fundamentales, y detalles que lo diferencian de lo que considera bello, saludable, estético y feliz adquieren gran importancia, manteniéndolo así en la condición de desdichado.

De carácter rebelde y conducta perturbadora,  desprecia los recursos preciosos de que dispone, pues anhela  solamente lo que le gustaría ser, tener, parecer .

Aguarda, en ese clima de disconformidad, un milagro que jamás se producirá desde afuera hacia adentro, sin realizar el notable esfuerzo de transformación de conceptos, así como el cambio de actitud desde adentro hacia afuera.

Profundiza en tu autoconocimiento y vuelve a descubrirte.

Eres conforme te elaboraste en la sucesión del tiempo.

Tus motrices se encuentran en ello pasado espiritual que nunca más alcanzarás.

No obstante, a través de nuevos  comportamientos, alterarás el ritmo y los acontecimientos de la vida.

Examínate y ten el coraje de enfrentarte tal como te encuentras, para elaborar  paradigmas  y propuestas reales  que conseguirás alcanzar.

La fuga de ti mismo no te conduce a ningún lugar, porque jamás te disociarás de tu realidad.

Inicia un programa de autoevaluación y analiza los hechos conforme merezcan o no consideración.

A nada ni a nadie culpes por lo que consideras fracasos.

La persona irresponsable, que no se esfuerza para alterar lo que puede ser modificado, transfiere su responsabilidad hacia las circunstancias que considera malas, hacia otras personas, o se culpa a si misma, pues prefiere la queja y la conmiseración en lugar del esfuerzo  proficuo.

El tiempo, el lugar, la sociedad, el gobierno, la envidia ajena, la competencia malsana, la mala suerte o su debilidad son ingredientes para justificar la comodidad, el falso sufrimiento del que se dice objeto.

Alcanza en dirección a las estrellas.

Impone nuevos conceptos a la vida y trabaja para ponerlos en práctica en forma edificante.

Quien tiene piedad de sí mismo, se niega a recibir ayuda de su prójimo.

El insatisfecho, además de ingrato, es rebelde y perezoso, prefiere las sombras del reclamo y del atraso antes que las claridades del progreso liberador.

No te permitas utopías existenciales, y parte hacia la conquista de realizaciones legítimas”.

Teniendo en cuenta tan valiosos consejos, solo me resta decir que todos debemos amar la vida que se nos ha concedido, nada se nos debe en justicia, de tal manera la vida humana es una gran herramienta de aprendizaje, meditemos y no perdamos la ocasión de progresar.


CENTRO DE ESTUDIOS ESPÍRITAS PAZ Y LUZ