Voluntad

COMO DESARROLLAR LA VOLUNTAD

“¿Podría siempre el ser humano, mediante sus esfuerzos, derrotar sus malas tendencias?
Sí, a veces esforzándose poco, lo que le falta es voluntad. Cuán pocos de vosotros os Esforzáis!”

(Allan Kardec. El libro de los Espíritus. Capítulo XII. Perfección Moral. II. De las Pasiones.Pregunta 909)

Tenemos una herramienta que de alguna forma está presente en todo lo que realizamos: “la voluntad”. ¿De qué modo podemos vencer siempre nuestras malas inclinaciones?. ¿Existe algún medio práctico de poner en movimiento y fortalecer nuestra voluntad?. ¿Cómo conseguiremos el control sobre nuestras tendencias comunes y cómo podemos vencer en las situaciones de la vida que nos colocan frente a los errores inminentes?
Ya que ciertamente no estamos incluidos entre aquellos “pocos” que se esfuerzan para vencer los vicios y los defectos, porque nos falta precisamente “la voluntad”, ¿Cómo entonces podemos desarrollarla?.

Consideremos que todos admitimos que la voluntad es llave para las conquistas en todas las áreas de trabajo. Cada uno de nosotros ya tuvo pruebas evidentes de que cuando nos disponemos firmemente a conseguir algún propósito, finalmente lo conseguimos. Eso nos ha sido siempre demostrado desde cuando estábamos en la escuela, en el primer empleo, en el auto que soñábamos, en la casa que tanto deseábamos etc.

Si nosotros pudiésemos aplicar ese mismo modelo, de nuestras conquistas materiales, en dirección a nuestros valores íntimos. Para eso, en primer lugar preguntémonos si estamos realmente dispuestos y suficientemente interesados en esos valores. Lo más probable es pensar y sentir que sí, pero la energía de la materia es muy fuerte y siempre estamos siendo atraídos a continuar en esa comodidad, porque todo cambio significa esfuerzo y sacrificio.

El interés de reformarse puede haber surgido de un impulso momentáneo y en ese instante formulamos un propósito de perfeccionamiento. Sin embargo, en las mayorías de las ocasiones ese propósito es como un sueño poco sólido y no sabemos que nos aguarda.

Al primer enfrentamiento con las pruebas de verificación, que naturalmente aparecen en nuestra vida diaria, viene aquella indisposición subrepticia y dejamos para después nuestro deseo de mejorar, la voluntad sucumbe. ¿Qué nos falta en ese caso? ¿Fuerza? ¿Persistencia? ¿Interés?.

Nuestra meta es de largo alcance; para conseguir nuestro progreso moral será necesario automatizar nuestro comportamiento dentro de los patrones morales del Evangelio de Jesús, es decir, que reaccionemos siempre, en cualquier ocasión o circunstancia, sin odio, sin violencia tal como el Maestro Jesús, nos mostró el ejemplo. Es una obra de permanente paciencia, que requiere esfuerzo y tiempo.

Como reflexión personal frente al tema, debo decir que es necesario llegar ha sentir en lo más profundo de tu ser, la necesidad de cambiar aquello que tu reconoces que está mal, pero a pesar de saberlo a veces no tienes la fuerza para lograr el objetivo. Es aquí que hago una un paréntesis, ya que en algunos casos va a ser necesario un punto de apoyo para ello, pues no es fácil en esta conciencia material actuar individualmente. Cuando se trata de situaciones más comunes ahí sí podría decir, es voluntad, pero siempre es necesario ayudarse con alguna actividad que logre conectar con tu yo interior, ya que si comprendemos que somos seres integrales, y que todo está conectado, debemos por lo tanto pensar que donde centras tus pensamientos estas poniendo tu energía y esa energía del pensamiento está creando tu realidad. Por lo tanto si ponemos nuestra voluntad dando fuerza en nuestro pensamiento y si logramos que este pensamiento sea una constante en tu vida, lo más probable es que finalmente, se convierta en un cambio de conciencia y ese cambio de conciencia te ayude a progresar en tu evolución moral y espiritual.


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